Consejos de mantenimiento y de conducción para evitar averías en el turbocompresor de tu coche
Como siempre te recordamos, un adecuado mantenimiento, y unos buenos hábitos al volante, te ayudarán a evitar costosas averías en tu automóvil. Algunas, como las relacionadas con el turbo, pueden ser especialmente caras. Por eso, no está de más recordar algunas buenas prácticas para evitar que el turbocompresor falle.
Si el turbo falla, lo notarás rápido. Verás que el rendimiento de tu coche cae bruscamente, mientras que por el tubo de escape saldrá una considerable cantidad de humo blanco o azulado. Es posible que también percibas una especie de silbido proveniente del motor.
Si te encuentras en esta situación, nos encargaremos de devolverte rápido a la carretera. Solo tienes que elegir tu EuroTaller de Confianza. Si no te ha pasado nada parecido te dejamos algunos consejos para que no te veas en esa situación: tu turbo te lo agradecerá.
Revisa el nivel del aceite: que no esté por debajo del mínimo ni supere el nivel máximo de la varilla.
Utiliza el lubricante recomendado por el fabricante del automóvil. Consulta el libro de mantenimiento y no dilates los intervalos de paso por el taller. Recuerda que puedes hacer el mantenimiento de tu coche sin perder la garantía de la marca en tu EuroTaller.
Acelerones, no gracias. Y menos cuando el motor no ha alcanzado su temperatura adecuada de funcionamiento. El turbo se mueve a una velocidad de vértigo y necesita una adecuada lubricación.
Y algo que no te costará nada. Si tu coche equipa un turbocompresor, es especialmente perjudicial apagar el motor inmediatamente si has estado circulando a una velocidad elevada o si, por ejemplo, has subido un puerto de montaña. Es importante, ya que si has hecho esto, el turbo estará muy caliente y el aceite que pudiera quedar depositado en sus turbinas se carbonizaría, dañando este componente.
Consejo: deja el motor al ralentí un minuto o dos para que el aceite siga circulando por el turbo y refrigerándolo adecuadamente.
